Es casi seguro que para muchos es relativamente fácil reconocer en la palabra vacaciones otras como vagar, vacío, vacante, vacuo. Y eso se debe a que todos esos vocablos tienen la misma raíz. Es decir, todas ellos son derivados de la palabra latina vacare que de forma estricta se refiere a vacío.
El vocablo vacación (así, en singular) derivó del latín vacatio. Estos términos se usaban para referirse a la dispensa de actividad, al periodo en que alguien no debía laborar, estar desocupado. De ahí que esté también asociado a vagar, dejar el lugar de residencia (donde se asienta uno de forma regular) para deambular, para marcharse sin rumbo fijo.
El vocablo vacación solemos usarlo en plural para darle intensidad. En la Roma antigua sucedía lo mismo. Para dar fuerza metafórica a algo se utilizaba el plural, por ello vacaciones procede de vacations.
Esta forma de reflejar intensidad no es un caso aislado, sucede en el saludo cuando decimos «buenos días» cuando en realidad nos referimos a un buen deseo para la jornada. Muchas personas por ello suelen solo decir «buen día» que en términos estrictos así debería ser. Sin embargo, con el plural de forma inconsciente se percibe o se pretende reflejar magnitud. De ahí también que este mismo sentido lo alarguemos cuando alguien cae hacia atrás. Solemos decir: «se cayó de espaldas» y no «de espalda», que de igual forma sería lo más propio (o «se fue de narices»). Es por ello que de forma general preferimos el término vacaciones a vacación.
De la palabra vacío en latín (vacatio) derivaron muchísimas palabras en el propio latín. Otra de ellas fue el adjetivo vanus, de donde procede vanidad. De ahí que se considere a las personas vanidosas como vacías. Otro adjetivo fue vastus, de donde nos llega las palabras vasto, que significa algo muy extendido, dilatado o amplio y, por supuesto, vastedad.
Respecto de la palabra vacante (con el mismo origen de vacatio), no solo se refiere a que un puesto laboral está sin ocupar (que es el primer significado o acepción que enuncia el Diccionario). En su cuarta acepción, también significa el tiempo que duran unas vacaciones. Es decir, la oración «Estaré vacante una semana» implicaría decir que tendrá una semana de vacaciones quien la emita.
Un detalle curioso es que el plural de vacaciones no está en Diccionario de la lengua española. De alguna forma, esto es normal, porque los académicos tienen por norma incorporar los vocablos en su forma más simple y esto es en singular. De ahí que la palabra que se localiza es vacación (en singular).
Otro detalle interesante es que una buena parte de sustantivos están vinculados a verbos. Curiosamente, vacaciones procede del verbo vacar. Este último verbo significa que una persona ha abandonado por algún tiempo su actividad regular. Es decir, que es posible enunciar «He vacado en esta semana», que debe interpretarse como que la persona abandonó por una semana su actividad regular.
Sea como fuere, que sus vacaciones amigo lector le ofrezcan un gran reposo físico y espiritual.