EE.UU. 15 de enero de 2025. –
Israel y Hamás han pactado un acuerdo de intercambio de rehenes, según anunció el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump.
«Tenemos un acuerdo sobre los rehenes en Oriente Medio. Serán liberados en breve. ¡Gracias!», escribió el político en sus redes sociales.
Según informó Reuters, el acuerdo establece también un alto al fuego en la Franja de Gaza, y la liberación de las personas.
Con esto, se destacó que el acuerdo establece tres fases. La primera, de seis semanas, contempla la liberación de 33 rehenes por parte de Hamás, mientras Israel liberará prisioneros palestinos. Además, se llevará a cabo la retirada parcial de tropas israelíes. En la segunda etapa, de 42 días, se declara una “calma duradera” con la liberación de los rehenes restantes y la retirada completa de las tropas israelíes. Finalmente, la tercera fase incluirá el intercambio de cuerpos de rehenes fallecidos y un plan de reconstrucción para Gaza.
El conflicto comenzó el 7 de octubre de 2023, tras una serie de ataques y represalias entre ambas partes. Las cifras de víctimas han sido devastadoras, con 46,000 palestinos muertos y miles de desplazados. Durante los enfrentamientos, el 77% de los ataques se perpetraron con armas de fuego, mientras que el resto incluyó armas blancas y otros métodos.
El acuerdo también contempla el apoyo internacional para la reconstrucción de Gaza. Hamás liberará gradualmente a los rehenes, priorizando a mujeres, niños y personas mayores o enfermas. Por su parte, Israel permitirá el ingreso de ayuda humanitaria a la región, aunque mantendrá un control parcial de las fronteras.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, calificó el acuerdo como “épico” y aseguró que trabajará para apoyar su implementación. Sin embargo, el pacto ha generado críticas internas en Israel, especialmente de sectores ultranacionalistas, y ha despertado dudas sobre la viabilidad de su aplicación.
La comunidad internacional ha respaldado el acuerdo, destacando la importancia de su cumplimiento para garantizar una paz duradera. Las partes involucradas han reconocido los desafíos que implica el proceso, pero también la necesidad urgente de aliviar el sufrimiento de la población civil en Gaza.
