T-Informa/Redacción
Irapuato, Gto. 3 de mayo de 2021.- Las reacciones en las redes sociales y los testimonios de la ciudadanía recogidos por T-Informa, sobre los hechos registrados durante la manifestación de ayer en el Centro Histórico de esta ciudad, revelan la indignación y rechazo de los irapuatenses contra este tipo de actos vandálicos y conductas antisociales por parte de los manifestantes.
“Sabemos que los derechos humanos y las propias leyes vigentes dan a los ciudadanos el derecho a manifestarse contra las causas y acontecimientos que consideran injustas o contrarias a sus ideas, pero también deben respetar los derechos de los demás”, dijo Silvia González, contadora pública de profesión.
Por su parte, el comerciante Arturo Arroyo, indicó que los edificios y lugares públicos, son patrimonio de todos los irapuatenses, por lo que, “como a cualquier particular, nos irrita que cualquier persona o grupo dañen nuestro patrimonio o propiedad. Ahí la autoridad debe intervenir en forma más drástica, sin llegar a cometer abusos de autoridad”, asentó-
“Quienes no estuvimos en el lugar, pero vimos las imágenes a través de las redes, nos queda claro que esto no fue una manifestación, sino una serie de actos vandálicos, violentos y destructivos, por una causa en la que muchos podemos estar de acuerdo, pero otros no”, dice Carlos Pérez Andrade, empleado de una farmacia.
Durante la semana pasada, el equipo de T-Informa divulgó en una de sus publicaciones diez puntos muy importantes que deben ser considerados cuando se ejerce el derecho a las manifestaciones individuales o colectivas:
En principio no deben ser violados los derechos de terceros como la libre circulación, por lo que los grupos de los manifestantes deben apostarse en lugares donde no obstruyan calles y otras vialidades de circulación pública.
No deben provocar ni agredir a los elementos de seguridad pública que tratan de mantener el estado de cosas y proteger a las personas ajenas a estos movimientos; además, la resistencia civil es la mejor forma de hacerse escuchar, haciendo uso de pancartas, leyendas y otros objetos que no representen peligrosos para el resto de la ciudadanía.
Toda resistencia civil debe ser pacífica, como sucede en otras latitudes de la geografía universal. Por ello, es recomendable analizar a los convocantes de una manifestación de tal suerte que sea una causa legítima.
Deben evitar ser infiltrados por “reventadores”, “agitadores”, “fanáticos” y de perfiles que cuentan con antecedentes de violencia y desorden en la vía pública.
