Luego de darse a conocer el dato de inflación de la primera quincena (1Q) de abril, que resultó por arriba de lo pronosticado, analistas empezaron a revisar al alza sus estimados para el cierre de año e, incluso, advirtieron que la tasa anual podría llegar a 8% ante las persistentes presiones inflacionarias.
Al cierre de la semana, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer que, en la primera mitad de abril, la inflación a los consumidores se aceleró a 7.72% anual, la mayor de la que se tiene registro en 21 años, misma que superó la expectativa del mercado, que esperaba un nivel de 7.63 por ciento.
“Consideramos que la inflación superará el umbral de 8.00% en mayo o junio, y que el anhelado pico de la inflación podría no ocurrir sino hasta finales del tercer trimestre del año”, dijo Marcos Daniel Arias, analista de Monex.
De esta manera, la inflación retrasaría su convergencia al objetivo de Banco de México (Banxico) de 3% +/- 1 punto porcentual. Los analistas no descartan que en el 2023 y el 2024 aún se registren tasas superiores a 4.00 por ciento.
“Por lo anterior, y sumado a la expectativa de que la Reserva Federal subirá aceleradamente su tasa de interés este año, se espera que Banco de México siga subiendo la tasa de interés objetivo y no se descarta que pueda ubicarse cerca de 9.0% al cierre del año”, señaló por su parte Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base. Actualmente, Banxico tiene su tasa de interés en 6.50 por ciento.
Materias primas y energéticos, las presiones
“Los datos detallados muestran que la inflación, muy por encima de la meta, está siendo impulsada por precios más altos de combustibles y las materias primas, y las presiones alcistas sobre una gama relativamente amplia de bienes y servicios”, indicó Andrés Abadía, economista senior internacional de Pantheon Macroeconomics.
De acuerdo con el reporte del Inegi, la inflación subyacente –que elimina de su cálculo los bienes y servicios con precios más volátiles y es en la que Banxico presta mayor atención– se ubicó en 7.16 por ciento.
Al interior de ésta, las mercancías mostraron un alza anual en precios de 9.13%, explicado por el aumento de 10.68% en los precios de los alimentos, bebidas y tabaco, mientras que los servicios presentaron una tasa anual de 4.94 por ciento.
“Las presiones subyacentes siguen siendo elevadas, a pesar de los esfuerzos del gobierno por poner un límite a los precios de la energía. El repunte de los precios de las materias primas está provocando gradualmente efectos secundarios y aumentos en la inflación subyacente”, consignó el economista de Pantheon Macroeconomics.
En el caso de la inflación no subyacente, la tasa anual fue de 9.38 por ciento. Al interior, el mayor aumento se dio en los productos agropecuarios, con 15.24%, explicados por el alza en el precio de las frutas y verduras de 17.26%, mientras que los pecuarios de 13.68 por ciento.