Por Maquiavelo
- Terrorismo en Irapuato, epicentro de violencia
- “Martes negro” marcó la agenda de la semana
- Los niveles de gobierno presumen coordinación
- ¿Qué significa volver a “la normalidad” cotidiana?
Terror en Irapuato
El terror vivido el martes por la noche en Irapuato por los hechos violentos registrados contra tiendas y vehículos, cometidos por una de las bandas criminales que operan en el Estado de Guanajuato, sembró el pánico entre toda la población. La noticia dio la vuelta al mundo en minutos por los medios.
Todas las familias fueron alertadas instantáneamente por sus contactos en las redes, antes de que las autoridades y los organismos de seguridad, advirtieran a la población sobre los riesgos y las reacciones de protección que debería tomar la ciudadanía para no exponerse. ¿Qué falló?
Epicentro de la violencia
Irapuato fue el epicentro, en la geografía estatal, de la violencia que días después tuviera réplicas en otros puntos del país como Chihuahua. La diferencia fue que aquí no se registraron pérdidas humanas, mientras que en aquella entidad, el saldo fue de once muertos y algunos heridos.
Sin duda alguna, el rubro de la seguridad marcó la agenda a las mismas autoridades, a los medios de comunicación y a la población en su vida cotidiana. La información y el análisis se hicieron obligados durante toda la semana, pues lo que pende de un hilo es la vida humana, que es un asunto para nada menor.
Desconcierto de la alcaldesa
El pasado miércoles por la mañana, luego de una reunión con su secretario de Seguridad Ciudadana, Ricardo Benavides, la presidenta municipal de Irapuato, Lorena Alfaro, dio una conferencia de prensa donde “informó” a la ciudadanía lo que ya que ya todos los habitantes sabían y habían vivido. Lo clásico en este tipo de casos.
Además, Alfaro García, acompañada de sus secretarios Rodolfo Gómez y Ricardo Benavides, hizo un llamado a los irapuatenses a no caer en el pánico, aunque ya se había caído y vivido en él, así como volver a las actividades cotidianas, a “la normalidad”, cuando ya las clases estaban suspendidas y cerrados los comercios.
Mensajes poco esperanzadores
Los mensajes emitidos por el gobernador Diego Sinhué Rodríguez Vallejo, gobernador de Guanajuato y de Andrés Manuel López Obrador, en su mañanera, nada dijeron que no fuera del conocimiento público. Se limitaron a hablar de los hechos, del inicio de investigaciones, pero hasta ahí. Nada estratégico.
La coordinación de los tres niveles de gobierno: Municipal, estatal y federal, solo se sujetó a hacer un recuento de los daños, de los detenidos y de los tardíos operativos realizados “después del niño ahogado”. Nada se habló de las causas, solo de las consecuencias. La gente aún no entiende lo que sucede.
Opinión de un experto
El irapuatense Juan Miguel Alcántara Soria, ex secretario del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública y ex procurador de Guanajuato, hizo público su análisis de los eventos de este “martes negro” a través de medios locales y nacionales en la forma siguiente:
“La estrategia del Gobierno Federal de abrazos y no balazos, refleja cada vez más que son los ciudadanos quienes pagan las consecuencias. Es resultado de la ineptitud del combate a la delincuencia por parte del gobierno Federal. No están preparados en el ejército para este tipo de operativos”.
Ineficiencia operativa
Alcántara Soria recordó que en el pasado se hicieron muy bien (los operativos), conducido no solamente por la Secretaría de la Defensa Nacional o la Marina, que era la más eficaz, sino apoyados por la Policía Federal de entonces. Cada vez los delitos van a la alza en el país, ante la falta de estrategia, consideró.
El también ex senador recomendó a los gobiernos municipales para que trabajen de manera más independiente en materia de seguridad y deben crear sus propias estrategias de combate a los grupos delincuenciales, aún y con las limitantes económicas que pudieran tener.
Gobiernos municipales
Los ayuntamientos deben entender –dice- que no se cuenta con las fuerzas federales más que como “espanta-pájaros”, como la Guardia Nacional recorriendo carreteras o calles. Son los ayuntamientos quienes deben hacer verdaderas estrategias para atender estos desafíos de seguridad.
Sin embargo, aun cuando el experto es irapuatense, parece no considerar la realidad que tiene la ciudadanía irapuatense, con el tipo de ayuntamientos y administraciones municipales que ha tenido en los últimos trienios en materia de seguridad, pues el sentir general es que están sobradamente rebasados.
¿Volver a la normalidad?
Las mayorías populares ignoran, incluso, quién está a cargo de este rubro en la administración municipal. Peor, aún, se desconoce a los miembros del Ayuntamiento -máximo órgano de gobierno municipal-, que forman parte de la Comisión de Seguridad. ¿Habrá la capacidad y experiencia en este rubro?
Se recomendó a los irapuatenses “volver a la normalidad”. Sin embargo, como en muchas partes, luego de una reiterada violencia por la disputa de la plaza, los estragos de una pandemia y los hechos del “martes negro”, cabe la pregunta: ¿Qué significa “normalidad” para los gobernantes y qué es para los ciudadanos?
Y hasta la próxima.