Por Felipe Canchola González
Para eliminar las manzanas podridas, no es necesario talar el manzano. La libertad no puede entenderse sin la justicia. El combate a la corrupción tiene dos piedras angulares simultáneas: Prevención y penalización. Conjurar las causas del delito, sin castigarlo, es una quimera. La impunidad es el caldo de cultivo para el crimen. La justicia es resultante de la eficiencia de fiscales y jueces por igual.