Jorge Marcelino Trejo Ortiz
Pasa que solo cuando estamos en una situación extrema, es el momento en que pensamos en cómo resolverla y por qué no lo previmos antes. Esto nos está pasando con el tema del agua en México, en Guanajuato y en León.
Según Meteored, en 2011 se tuvo la mayor sequía de los últimos 20 años en México y fue del 87% del territorio nacional. Actualmente se estima que la crisis abarca el 64% de la República.
Sin embargo, ahora el problema ha sido más grave que hace 11 años y la respuesta es que ahora hay una mayor población en el país. Según INEGI, en 2010 había 112 millones de habitantes y a la fecha debe de haber unos 15 millones más.
Guanajuato se encuentra entre las cinco entidades que tienen mayor estrés hídrico, por lo que tenemos distintos grados de crisis en el estado que van de moderada a severa o grave.
Lo que nos informa CEAG es que las presas del estado están a un promedio del 40%, y hay casos graves como la Allende que tiene un 16% y la del Palote en León que está al 7% (y bajando).
En el caso de León no es cierto que por el nivel de nuestra presa nos llegó prácticamente el llamado Día Cero (término que por necesidad se inventaron en el Valle de México) como lo refirió un medio local.
El Día Cero es cuando ya no se tiene la disponibilidad para el consumo de una población determinada y eso no nos pasa aún, pero de que estamos en una situación crítica es totalmente cierto.
De la presa El Palote se usa un 2% para dotar de agua a colonias del norte de la ciudad. La mayor parte se extrae de pozos, que es de lo que nos debemos de preocupar porque cada año se abaten entre uno o dos metros.
Dejamos de lado el tema del Zapotillo porque por voz del presidente López Obrador nos dijo que no, luego de que nos había dicho que sí.
El Plan B, que creo es el que plantea el gobernador Diego Sinhue, de traer agua de la Presa Solís, no ha cuajado porque de la Federación no se le ha dado la atención debida, ni siquiera para quedar bien en el asunto electoral.
El tema del agua debería ser de igual importancia que el de la inseguridad porque en los dos se comprometen nuestras vidas.
Desde la sociedad debemos de pensar y proponer soluciones que seguramente las autoridades las han considerado, pero no se establecen como programas y prácticas públicas.
Una propuesta a mediano plazo puede ser el aprovechamiento del agua pluvial por medio de una extensa campaña para que en la zona urbana y en el campo, en todo el estado, se recopile el agua de los techos con canaletas y en depositarla en aljibes, estanques y grandes contenedores.
Eso ya lo he hecho y tienes agua para buen rato, entonces se trata de apoyar la construcción de los sistemas de conducción y aljibes y estanques al por mayor, incluso con subsidios.
Otras opciones que solo han estado en papel y que se tienen que ejecutar son el ahorro del agua tanto en las ciudades como en el campo que es a donde se va el 70% de la disponibilidad.
El saneamiento y la reutilización se deben hacer prácticas obligatorias en el hogar y en las industrias, así como las recargas de acuíferos y el respeto y conservación de los bosques.
El Día Cero no ha llegado en Guanajuato o en León como llegó hace poco a Nuevo León, como está a punto de llegar en muchas alcaldías de la CDMX. Aquí no ha llegado, pero nos está acechando como un buitre.