Al vocalista de Maroon 5 le prometieron una de las joyas más preciadas del mercado de coches clásicos y lo engañaron.
El cantante Adam Levine acudió a los tribunales para denunciar una estafa de grandes proporciones.
En 2021, el cantante llegó a un acuerdo con una sociedad que ejerce de intermediaria en la compraventa de vehículos de alta gama; la firma Rick Cole, que le llevó a desprenderse de sus dos lujosos Ferraris, cuyo valor combinado era de más de 950.000 dólares, a cambio de un cheque de 100.000 dólares y un Maserati Ghibli 4.9 Liter Spyder: un modelo muy exclusivo del que solo se fabricaron 25 unidades.
Según los documentos legales presentados ante el juzgado, el astro de la música solo accedió a deshacerse de sus espectaculares automóviles, de 1968 y 1972, respectivamente, a fin de hacerse con una de las joyas más preciadas del mercado de coches clásicos, una máquina «extremadamente deseable y valiosa».
Sin embargo, cuando el artista se presentó en otro establecimiento especializado para tasar su flamante adquisición, los dependientes le comunicaron una decepcionante noticia: ese Maserati no era genuino y, por tanto, alguien lo había embellecido artificialmente para hacerlo pasar por auténtico.
«La consiguiente inspección e investigación reveló que el vehículo no era auténtico. Cole nunca informó de esto y lo ocultó de forma descarada. Se guardó la información para poder embolsarse un gran beneficio en la venta», señaló una fuente conocedora del proceso al diario The New York Post.