Salamanca. –
Autoridades estatales y representantes de la comunidad LGBTIQ+ expresaron su preocupación ante el incumplimiento del municipio de Salamanca en la creación de la Unidad de Atención de Diversidad Sexual y de Género, pese a que el plazo legal para su operación venció hace más de un año.
El subsecretario para la Atención a Personas de la Diversidad Sexual en Guanajuato, Ricardo García Frausto, señaló públicamente que Salamanca tiene un atraso de más de 13 meses desde que venció el plazo establecido por la ley, y dijo confiar en la palabra del alcalde César Prieto, quien hace mes y medio aseguró que esto no pasaría de dos meses.
“Espero que en enero ya sea una realidad, pero lo cierto es que Salamanca presenta un atraso particular en este tema”, dijo el funcionario estatal.
En el mismo sentido, Kino Mars, representante de la comunidad LGBTIQ+, expresó: “Mientras en más de 20 municipios de Guanajuato ya existen Unidades de Diversidad Sexual y de Género que atienden, acompañan y protegen a las personas LGBTIQ+, en Salamanca seguimos esperando que las promesas se vuelvan realidad y los acuerdos se respeten”.
Si bien la “Jefatura de Derechos Humanos y Diversidad Sexual” ya existe dentro de la administración municipal, la persona titular no pertenece a la población LGBT+, señaló Kino Mars. Agregó que “el reglamento fue aprobado con inconsistencias, por falta de conocimiento en nuestras necesidades. El programa de diversidad y su presupuesto aún no se han presentado.”
“No se trata de trámites, se trata de vidas, de respeto, de justicia. Cada día que pasa sin una Unidad, el Ayuntamiento de Salamanca perpetúa la indiferencia institucional hacia las personas de la diversidad sexual y de género”, advirtió el activista.
Finalmente, Kino Mars exigió el nombramiento de una persona LGBT+ como titular de la Unidad, la modificación del reglamento municipal, la presentación del programa de diversidad, además de presupuesto, personal, espacio físico y capacitación obligatoria para el personal del municipio.
“No queremos más excusas, queremos acciones reales.
Porque los derechos humanos no se negocian, se defienden y se garantizan.
Hasta que la dignidad se haga costumbre.”