Después de un periodo marcado por controversias, Armando Archundia Téllez ha renunciado a la presidencia de la Comisión de Árbitros, dejando incertidumbre sobre el futuro del arbitraje en el futbol mexicano. Su salida se produce tras casi tres años en el cargo, con una gestión llena de desafíos.
Una gestión complicada en el arbitraje mexicano
Desde su llegada, Archundia enfrentó la difícil tarea de mejorar el arbitraje en México, un sector constantemente señalado por errores y decisiones polémicas. A pesar de su experiencia y de la implementación de nuevas tecnologías, las críticas sobre la falta de transparencia y la inconsistencia en el rendimiento arbitral no cesaron.
Reestructuración y pérdida de control
En los últimos meses, se implementaron cambios en la estructura de la Comisión de Árbitros, lo que redujo significativamente el poder de decisión de Archundia. Nuevas figuras asumieron roles clave, modificando la dinámica interna y generando tensiones dentro del organismo. Ante este escenario, Archundia decidió no continuar en un puesto de menor jerarquía y optó por presentar su renuncia.
Reacciones y expectativas
La salida de Archundia ha generado distintas opiniones en el futbol mexicano. Mientras algunos consideran que su gestión no cumplió con las expectativas, otros señalan que la constante inestabilidad en la estructura arbitral impide cualquier mejora real. Con nuevos liderazgos al frente, se espera que el arbitraje recupere credibilidad y garantice mayor transparencia en sus decisiones.