Irapuato, Guanajuato. 12 de noviembre del 2024. –
Después del trágico incidente ocurrido en el Bar Los Cantaritos en Querétaro, que dejó como saldo 10 personas sin vida, Enrique Díaz Díaz, obispo de la Diócesis de Irapuato, expresó la urgencia de que las autoridades asuman la responsabilidad y tomen medidas para detener estos actos violentos que afectan al país entero.
En una rueda de prensa virtual, el obispo comentó que estos ataques se han incrementado en repetición, extendiéndose a estados donde anteriormente no eran comunes, como es el caso de Querétaro.
Al respecto, Díaz Díaz subrayó que “no podemos decir que esto pertenece a un partido u otro, es un problema que afecta a todos, pero las autoridades deben garantizar que estos actos no queden impunes”.
El obispo también expresó su preocupación por las situaciones sociales y educativas que podrían estar fomentando la violencia en los jóvenes, haciendo un llamado a los padres de familia para reafirmar valores y estudios en casa. Además, destacó su inconformidad con que algunos representantes de gobierno o autoridades se refieran a este tipo de hechos como algo más frecuente en administraciones pasadas.
«Nos cuestiona mucho, desde quiénes son los que están haciendo esto. No son nuestros hijos, no son nuestros jóvenes; ¿por qué han llegado a esto?», reflexionó el obispo. En este sentido, destacó la necesidad de continuar trabajando en la educación, pero también urgió una respuesta de seguridad efectiva por parte de las autoridades ante la creciente violencia en diferentes estados del país.