Andrés Ortiz
Irapuato, Guanajuato. 03 de mayo del 2024. –
Cada 3 de mayo, la comunidad de trabajadores y trabajadoras se une para celebrar dos festividades que convergen en un espíritu de gratitud y devoción: el Día de la Santa Cruz y el a su vez, el Día del albañil.
La Cruz, símbolo venerado por la religión católica como representación de la trinidad divina, es el eje central de esta conmemoración.
En la Catedral de Irapuato, se llevó a cabo una misa especial en honor a este día, donde los fieles expresan su respeto y amor, y agradecen el empleo que se les ha otorgado así como la ganancia obtenida.
Este día de la Santa Cruz, es una festividad que rememora la valiosa labor de los trabajadores de la construcción. La tradición cuenta que la coincidencia de ambas celebraciones se originó en las excavaciones del Monte Calvario, donde albañiles buscaron la Santa Cruz de Cristo.
Los albañiles de Irapuato, con orgullo y devoción, adornan cruces de madera con vibrantes flores y papel de china, colocándolas en las construcciones como símbolo de protección y bendición divina. En las casas donde laboran en la obra, las personas que contrataron suelen hacerles una comida con motivo de este día, que suelen ser carnitas, refresco y cervezas.
Esta práctica se remonta a la construcción de la Basílica del Santo Sepulcro en Jerusalén, donde la cruz se convirtió en un amuleto de protección para los obreros.
El 3 de mayo se convierte así en un día de celebración y agradecimiento, donde la comunidad se une para honrar estas importantes tradiciones que trascienden el tiempo y mantienen viva la esencia de la fe y el trabajo en armonía.