Andrés Ortiz
Irapuato, Guanajuato. 22 de enero del 2024 –
Después de ausentarse durante algunos días en la esquina habitual donde ha trabajado, por más de 60 años, “El Papayita” ha regresado ahora con una mesa para vender sin su característico carrito que durante años se reconoció.
La semana pasada ciudadanos notaron la ausencia de Don Antonio Ortega en su habitual lugar entre bulevar Vicente Guerrero y la calle Fuerza Aérea Mexicana, frente a la Plaza Magna, por lo que tras unos días comenzó a saberse que se encontraba en su domicilio ubicado en el bulevar Lázaro Cárdenas sin su triciclo.
Poco a poco la ciudadanía mostró su gran interés por este personaje irapuatense que durante décadas ha trabajado con un solo producto, y que fue visto empujando aquel carro de dos ruedas a pesar de su tercera edad.
Asimismo, han resaltado diferentes versiones por parte de sus familiares y él mismo, pues aseguraban que uno de sus hijos había vendido aquel carrito para que el Papayita no saliera más a trabajar; una más destacaba que le habrían robado su triciclo y el carrito de papayas, pero Antonio declaró para T Informa Noticias que lo había vendido debido a que se había lesionado con él, pero no impediría que siguiera trabajando como hace años.
No ha querido dejar de hacer lo mismo que empezó décadas atrás
Antonio comenzó a vender papaya desde los 20 años en esa memorable esquina, y podemos decir que sin parar pues a sus más de 90 años continúa trabajando con exactamente la misma fruta, variando su presentación de vaso de fruta a agua, y ese conocido vas de pulpa de papayita con sal, limón y chile.
Con diez hijos, cinco hombres y cinco mujeres, el “Papayita” se encargó de brindar el sustento para ellos, lo que muchos han siempre destacado de honorable e inspirador, pues sin más logró llevar a su familia con esfuerzo y el mismo producto que empezó a vender desde sus 20 años.
Es palpable incluso el cariño de los irapuatenses, quienes al momento de enterarse de su situación no dudaron en apoyarle, en asistir a visitarlo y comprarle en su domicilio, pues el viernes 19 de enero se encontraba en la cochera de su domicilio vendiendo, para posteriormente regresar ahora con una mesa en su lugar de siempre, y ser visitado por sus fieles compradores.
Don Antonio Ortega ha sido sincero, pues ha reconocido que algunos de sus hijos lo apoyan económicamente y no les gusta que siga saliendo, pero él mismo insiste en hacerlo aún con las complicaciones que puede presentar debido a su edad.
