Ciudad de México. 21 de marzo del 2025. –
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, respaldó la decisión de la Fiscalía General de la República (FGR) de permitir el acceso al rancho Izaguirre en Teuchitlán, Jalisco, a periodistas y colectivos de búsqueda. Durante su conferencia matutina del 21 de marzo de 2025, Sheinbaum enfatizó que esta apertura permite que la sociedad pueda conocer de primera mano los hallazgos en la propiedad y formar su propio juicio sobre lo ocurrido en el lugar.
«Nosotros no construimos verdades, trabajamos con transparencia», declaró la mandataria.
El rancho Izaguirre ha sido objeto de investigación en los últimos meses, luego de denuncias que lo señalan como un presunto centro de exterminio vinculado al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
En el sitio se han encontrado más de mil 300 objetos personales, incluyendo ropa y pertenencias de personas desaparecidas, lo que ha generado gran conmoción y ha reavivado la preocupación sobre la crisis de desapariciones en el país. Integrantes de colectivos de búsqueda han afirmado que los hallazgos en la propiedad confirman sus sospechas de que el lugar pudo haber sido utilizado para la desaparición sistemática de personas.
Sheinbaum destacó la importancia de que la FGR continúe con las investigaciones para esclarecer lo sucedido en el rancho y deslindar responsabilidades. Asimismo, anunció medidas para fortalecer la coordinación entre las instituciones de seguridad y los colectivos de búsqueda, así como la implementación de nuevas estrategias en la identificación de personas desaparecidas. «Las desapariciones son una herida abierta en nuestro país, y estamos comprometidos a atenderlas con la seriedad que requieren», aseguró la presidenta.
Por su parte, familiares de personas desaparecidas han insistido en la necesidad de que se intensifiquen las labores de exhumación e identificación en la zona, así como la creación de un mecanismo independiente que garantice que la investigación se realice con imparcialidad. «Es un paso importante que nos dejen entrar, pero ahora exigimos resultados, que se hagan pruebas genéticas, que nos digan quiénes eran esas personas», señaló una activista del colectivo Luz de Esperanza.
En paralelo, organizaciones de derechos humanos han advertido que el caso del rancho Izaguirre no es aislado y que es urgente una revisión más profunda sobre la presencia de centros clandestinos de detención y ejecución en distintas regiones del país. «Este hallazgo es solo la punta del iceberg, el reflejo de una crisis humanitaria que no se puede seguir ignorando», advirtió un representante de Amnistía Internacional.
Con este nuevo episodio, el debate sobre la crisis de desapariciones en México cobra nuevamente relevancia. La comunidad internacional también ha mostrado preocupación por el tema, instando al gobierno mexicano a fortalecer sus mecanismos de justicia y protección de derechos humanos. La expectativa ahora se centra en las acciones que la FGR y el gobierno federal emprendan para esclarecer el caso y garantizar justicia para las víctimas.