(“El precio de la grandeza es la responsabilidad” Winston Churchill)
Lic. Francisco Sunderland Álvarez
Dicen que no hay peor sordo que aquél que no quiere oír y los reclamos de justicia, de castigo para los responsables de algún delito, falta o incumplimiento de alguna obligación, etc., no se dan y lo único que reciben son pretextos, promesas oven la exhibición de mucha actividad improductiva que concluye en la impunidad. O sea, nada se hace.
La materia prima de los medios de comunicación es lo que sucede, lo que ven, las especulaciones basadas en supuestos dizque “lógicos” que les declaran algunas personas vinculadas a los hechos como cuando se afirma que “una persona, presente en la reunión, señaló que el dirigente montó en cólera por lo sucedido pero…” ¿y en concreto, qué?
¡Cuánto riesgo conlleva el afirmar algo sin el respaldo de prueba alguna pero, sin duda, la “fuente” de la información debe ser protegida! De manera particular, se han producido muchas situaciones dramáticas que han conmovido profundamente a la sociedad y que nos llevan irremediablemente a cuestionarnos quién o quiénes son los responsables, porque eso es indudable:siempre hay responsables. Siempre hay una “voz de mando”.
Precisa señalar que, el Diccionario de la Real Academia Española, nos dice que “la responsabilidad es la obligación de reparar y satisfacer, por sí o por otra persona, a consecuencia de un delito, de una culpa o de otra causa legal, el daño ocasionado”.
Por otra parte, el maestro Rafael Pina Vara, nos dice por medio de su Diccionario de Derecho, 33ª edición, así como el Diccionario Jurídico Espasa, (Madrid), que “la responsabilidad jurídica se basa en el no satisfacer un criterio establecido por el derecho, con independencia de si se pudo haber actuado también de otro modo”.
Ciertamente, tenemos infinidad de casos en los que deliberadamente se ha dejado al margen a los responsables directos porque, sin dudarlo, éstos se han escudado en la práctica común de que “quien obedece, no se equivoca”.
En estos niveles, lo más creíble es que lo que ha estado sucediendo, en lo que a impunidad se refiere, es que ha sido por lenidad u obediencia jerárquica y sin valor civil para actuar con ética y con absoluta responsabilidad a pesar del enorme riesgo que se corre si no se doblegan ante las amenazas o no se cumplen con los requisitos mínimos establecidos en la ley. (aunque haya personas que les importe un bledo la ley, así sea la Fundamental sobre la que juraron cumplirla y acatarla junto con las leyes que de ella emanen). Y si la superioridad insiste, amenaza o les echa en cara que a esa autoridad se le debe la “chamba” o el dinero mal habido, pues debieron de renunciar públicamente dando sus razones, maquilladas o reales.
Creo que la gratitud a una oportunidad laboral,se demuestra con trabajo, honestidad y lealtad más nunca por doblegarse a la complicidad o al hecho de acatar órdenes lesivas, no solo para el funcionario menor o el superior, sino para la población en general.
En cuanto a las gratificaciones, está visto el descaro irresponsable y cínico de quienes han recibido dinero (sea por contratos, por “ligas” o portafolios), máxime en lugares que, hoy día, lo que sobra, son cámaras de video. Hoy por hoy, creo que eso de la “palabra de honor” deja en tela de juicio al honor. Primero va “el poderoso caballero…don dinero”. Todo se reduce a éste.
Lo curioso es, ¿por qué, tanto autoridades como los medios no buscan primero a quien es el responsable originario?
Por eso creo que es muy importante recordar lo que señaló Juan Pablo II, quien fuera Papa de la iglesia católica: “Hasta que quienes ocupan puestos de responsabilidad no acepten cuestionarse con valentía su modo de administrar el poder y de procurar el bienestar de sus pueblos, será difícil imaginar que se pueda progresar verdaderamente hacia la paz.”
En muchos Municipios de México, si no es queen la gran mayoría, los trabajos que se realizan conforme al artículo 115 constitucional, se realizan con mediocridad y procurando sacar ventaja de los trabajos que son encargados.
Vean ustedes, la pavimentación de las calles y avenidas, todas hechas con deseos que a los seis meses los vuelvan a contratar para tapar los hoyos que se han formado como consecuencia de la pésima obra realizada. Le achacan esas malhechuras al calor tan inmisericorde que se ha padecido, que ha sido el culpable de reblandecer el asfalto y, además, que el peso de los vehículos fractura el pavimento, También, porque las lluvias movieron la base de tierra y arena sobre la que se tendió el encarpetado, fracturándolo. El caso es que por “angas o por mangas”, el hecho es que los trabajos son pésimos y, en el mejor de los casos, mediocres.
De todo esto se deduce que, la ausencia de responsabilidad, en casi todas las áreas, es la reina de la administración pública siendo simplemente otra manifestación de corrupción tangible y, esto obedece a que, las personas consideran que fueron requeridas porque la nueva administración va a actuar con limpieza, con ética, conforme a derecho, con responsabilidad pero, en corto o mediano tiempo, estorban, y resultan ser “las manzanas podridas” del grupo, son quienes no entendieron que fueron invitados para hacer creer a la colectividad que todos los que llegan serán honestos, éticos, responsables pero terminan por irse para no regresar.
Universalmente les deseo, hoy y siempre, Salud, para que logremos nuestros objetivos en la vida. Fuerza, para que no nos desalentemos ante las adversidades y, Unión, para que no seamos divididos en nuestras convicciones. Prohibida su reproducción parcial o total. La copia o distribución no autorizada de este artículo por el autor y, en su caso, su correspondiente imagen, infringe los derechos de autor. fsacomentarios@gmail.com