Jorge Marcelino Trejo Ortiz
El Plan México del Gobierno Federal que encabeza Claudia Sheinbaum es, en realidad, una estrategia de desarrollo económico equitativo y sustentable para la prosperidad compartida de nuestro país.
Ha sido criticado por los “cómos” para poder lograrlo, pero ha sido reconocido en lo ambicioso del plan y en las “nuevas formas” de enfrentar el desarrollo de la Nación, especialmente con la sinergia que incluye todos los sectores económicos, con empresarios y sociedad en general.
Sin decirlo de manera explícita, ahora no hay una confrontación con la iniciativa privada sino, al contrario, un modelo en el que grandes empresarios y representantes sociales formaron ya un Consejo Consultivo Económico para el Gobierno de la República.
Una disculpa, pero este tipo de Consejo no se había visto ni en sexenios “neoliberales” y sus integrantes serán los visores y supervisores de que todo marche real y legalmente.
De acuerdo a la presentación ejecutiva que hizo la Presidenta de México, acompañada por los secretarios y dependencias involucradas, la meta primordial es que México se instale en el top 10 de las economías mundiales.
Seguro dirán muchos que son sueños guajiros, pero no, nuestro país pasó de 2018 a 2024 del lugar número 18 al sitio 12. ¿Mérito de quién?, de todos los sectores, dentro de una simbiosis de estrategias gubernamentales atinadas y la confianza de inversión interna y externa.
Se están tomando en cuenta los factores para que el crecimiento económico no beneficie a unos cuantos sino a todos los participantes, a la base trabajadora, con mejores salarios, con mejores prestaciones y una posibilidad de crecimiento integral del ser humano.
Busca el plan continuar con la disminución de la pobreza que, en este momento, es de 9.5 millones de personas menos que en 2018; un salario mínimo diario que, con los aumentos, permite que en 2025 sea de 278.78 pesos, lo que significa una recuperación del 178% más que en 2018.
Entre enero y abril de este año, se tiene toda una serie de acciones programadas para las bases de la consolidación que tienen la mira del año en curso al 2030, y que se pueda aprovechar rumbo al 2050, primero Dios, por nuestros hijos y sus hijos.
Lejos de la consideración de muchos críticos, sí se tiene considerado un Decreto de Relocalización, que incluye a empresas globales sin discriminar a las empresas nacionales.
¿Qué más incluye el Plan Nacional? Consolidar 12 Polos de Bienestar (antes de Desarrollo) en todo el país; impulso a la industria 4.0 (de tecnología de vanguardia mundial); un Plan Carretero, que no solo contemple la conservación sino la creación de nuevas rutas, con una inversión de 116 mil millones de pesos, iniciales.
También se consideran los trenes de pasajeros, que recorran 24 entidades federativas y generará 3.6 millones de empleos. No se dejan de lado los temas de agua, vivienda y energía, con proyectos ambiciosos en marcha.
No se elude el tema primordial de la seguridad pública, que a fin de cuentas es la seguridad nacional, con la estrategia que se ha presentado y está en marcha con buenos resultados.
A todos los retos naturales que se tienen para el desarrollo social y económico de un país, hoy se tiene uno más que lleva el nombre de Donald Trump, personaje que ha logrado que en México se unan sociedad y gobierno (partidos en poder y partidos de oposición).
¿Por qué elegí este tema en concreto para el presente artículo? Porque dentro de la estrategia nacional de la Secretaría de Economía, que encabeza Marcelo Ebrard, tengo el encargo de ser “Enlace del Polo de Bienestar Bajío” (cargo honorífico, sin remuneración alguna, aclaro).
Cargo honorífico y honorable que he asumido, por la amistad con Marcelo, pero en especial por el amor hacia nuestra ciudad de León, hacia nuestro estado, hacia nuestra región y hacia nuestro país..
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