Vaticano. 22 de febrero del 2025. –
El Papa Francisco, de 88 años, enfrenta una situación de salud crítica tras sufrir una prolongada crisis respiratoria asmática, lo que ha llevado a que requiera oxígeno de alto flujo para estabilizar su respiración. El pontífice se encuentra hospitalizado en el Hospital Gemelli de Roma desde hace una semana, donde los médicos han confirmado que padece neumonía bilateral e infección pulmonar, condiciones que han complicado aún más su estado.
Además de los problemas respiratorios, el Papa ha sido sometido a transfusiones de sangre debido a una anemia que ha reducido significativamente su recuento de plaquetas. Aunque su pronóstico es reservado, los especialistas han expresado su preocupación ante el riesgo de una posible sepsis, una infección en el torrente sanguíneo que podría agravar su estado de salud.
A pesar de la gravedad de la situación, el Vaticano ha negado los rumores sobre una posible renuncia del pontífice. Según fuentes cercanas, Francisco se ha mantenido consciente e, incluso, ha pasado algunos momentos sentado en un sillón, aunque su capacidad para realizar actividades sigue limitada.
Este episodio de salud se suma a una serie de problemas médicos que el Papa ha enfrentado en los últimos años, incluyendo cirugías intestinales y problemas en la rodilla que han limitado su movilidad. La comunidad católica y líderes mundiales han expresado su preocupación y enviado mensajes de apoyo, mientras se mantiene la expectativa sobre la evolución de su estado en las próximas horas.
