Roberto Godínez
Salamanca.– Por omisión y posible complicidad, las autoridades municipales permiten la venta de aves de diferentes especies, e incluso de perros y gatos.
La venta de aves es regulada, supervisada o sancionada por las autoridades ambientales federales, pero corresponde al municipio denunciar cualquier anomalía que atente contra las especies naturales ante dichas instancias.
Los miércoles, alrededor del tianguis del mismo día, especialmente en la esquina de Sánchez Torrado y San Antonio, diferentes comerciantes ya se han acostumbrado a vender loros, cotorros, cenzontles y otras aves.
El comercio ilegal de aves es significativo en Salamanca, considerando que ha aumentado el número de personas que ofrecen aves, así como perros y gatos.
Las autoridades de fiscalización y control no pueden argumentar desconocimiento sobre la venta de aves para no reportar el hecho a la Dirección de Medio Ambiente y a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
La venta de diferentes psitácidos mexicanos es ilegal, ya que todos se encuentran catalogados en alguna categoría de riesgo.
Los psitácidos se clasifican en cuatro categorías: guacamayas, loros, cotorros y pericos.
La Norma Oficial Mexicana NOM-059 de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) cataloga a todos los psitácidos mexicanos en alguna categoría de riesgo; por lo tanto, su compra y venta es ilegal.
En México existen 22 especies de loros, todas protegidas, teóricamente, por las leyes mexicanas, debido a que en los últimos años su población ha disminuido por su captura desmedida.
En Salamanca, tanto la Norma Oficial 059 como las leyes de protección a especies naturales parecen no aplicarse, ya que es común que el municipio argumente que el tema no es de su competencia; sin embargo, no denunciar este tipo de delitos constituye una omisión por parte de los servidores públicos.