Sly Stone, líder de la revolucionaria banda Sly and the Family Stone, falleció a los 82 años, dejando un legado musical y social que marcó a generaciones. Visionario del funk, el soul y el rock psicodélico, Stone rompió barreras raciales y de género en una época convulsa de la historia estadounidense.
Con himnos como Everyday People y Dance to the Music, la banda se convirtió en símbolo de unidad, protesta y fiesta, fusionando talento, ideología y ritmo con una autenticidad pocas veces vista. Su propuesta artística fue un parteaguas en los años 60 y 70, tanto por su innovación sonora como por su mensaje de igualdad.
Sly Stone luchó también contra demonios personales, incluyendo adicciones y años de reclusión. Sin embargo, su influencia permanece intacta: artistas de todos los géneros, desde Prince hasta Kendrick Lamar han citado su obra como inspiración clave.
Su fallecimiento marca el fin de una era, pero su música sigue viva en cada nota que incita a bailar, pensar y soñar con un mundo mejor.
