Ciudad de México., 06 de octubre del 2025. –
Ante los recientes hechos de violencia en el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Sur, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) anunció una serie de medidas para reforzar la seguridad y brindar atención integral a la salud mental de su comunidad. Las acciones responden directamente al pliego petitorio entregado por estudiantes, como condición para el regreso a clases tras los incidentes.
La estrategia forma parte de un plan institucional de intervención inmediata que busca atender no solo el aspecto físico de la seguridad, sino también los factores emocionales y sociales que afectan la convivencia escolar.
Entre las primeras medidas está la instalación de filtros de acceso más estrictos para impedir el ingreso de personas ajenas al plantel. Se reforzará la vigilancia con personal adicional y cámaras de seguridad en puntos clave del colegio. También se pondrá especial atención en los horarios de entrada y salida, así como en las zonas donde se han reportado conflictos o peleas entre alumnos. Voceros universitarios aclararon que no se trata de militarizar el espacio, sino de proteger a la comunidad y garantizar un entorno de aprendizaje seguro.
Más allá de las medidas de control, la UNAM pondrá en marcha un programa integral de atención a la salud mental, con servicios permanentes de psicología, orientación emocional y talleres para prevenir la violencia y el consumo de drogas. Esta iniciativa será gestionada por la Dirección General de Atención a la Comunidad (DGACO), en coordinación con especialistas en psicología, trabajo social y pedagogía.
Las autoridades universitarias subrayaron que la violencia no se puede abordar únicamente desde la vigilancia, sino que es necesario atender sus causas profundas, como el estrés, la ansiedad, la depresión y la falta de apoyo emocional. Por ello, también se implementarán campañas de prevención de violencia en aulas, cursos sobre temas de género y talleres sobre neurodivergencias dirigidos tanto al alumnado como al personal docente.
Además, se apostará por un enfoque participativo. Las medidas no serán impuestas de forma unilateral, sino construidas junto con la comunidad. Se realizarán asambleas, mesas de diálogo y actividades de sensibilización con la participación de estudiantes, maestros y madres y padres de familia. El objetivo es generar un ambiente donde las y los alumnos se sientan escuchados y protegidos, fomentando una cultura de respeto, diálogo y empatía.