Reino Unido, 26 de septiembre de 2024 –
Maggie Smith, aclamada actriz británica, quien conquistó a múltiples generaciones con personajes que llenó de su inconfundible personalidad. La profesora Minerva McGonagall, de la saga Harry Potter, y la astuta Violeta Crawley, la condesa viuda de Grantham en Downton Abbey, son sólo algunos de los papeles memorables que interpretó. La mordaz condesa dejó huella con frases como, “No seas tan derrotista, querida. Eso es de clase media”, que Smith pronunciaba con naturalidad excepcional.
Hoy, su familia ha informado sobre su fallecimiento a los 89 años: «Murió en paz en el hospital esta mañana, el viernes 27 de septiembre», señalaron sus hijos, Toby Stephens y Chris Larkin. “Fue una persona reservada que estuvo rodeada de sus seres queridos hasta el final. Deja dos hijos y cinco nietos, quienes están devastados por la pérdida de una madre y abuela extraordinaria”.
Smith, destacada figura del teatro y cine británico, estaba internada en un hospital en Londres. La familia agradeció los mensajes de apoyo y solicitó privacidad en estos momentos difíciles.
A lo largo de su carrera, la actriz acumuló numerosos reconocimientos: un premio Tony, cinco Baftas, tres Globos de Oro y cuatro premios Emmy. Fue nombrada Dama Comendadora de la Orden del Imperio Británico por la Reina Isabel II, quien en 2014 la incluyó en la Orden de los Compañeros de Honor, un prestigioso título que reconoce su inmenso legado.
La noticia de su fallecimiento ha desatado una ola de homenajes de parte de actores, directores y críticos, quienes coinciden en que Smith fue una de las más grandes damas de la interpretación británica. Sin embargo, no siempre fue fácil clasificar su estilo, marcado por un físico, dicción y personalidad únicos. Smith, conocida por evitar la exposición mediática, solía minimizar su arte: “Uno va a la escuela, quiere ser actor, empieza a actuar y sigue actuando”, llegó a decir sobre su trayectoria.
Con su aguda habilidad para capturar el sarcasmo y la autoparodia en la comedia británica, Smith se volvió una figura imprescindible. J.K. Rowling la eligió personalmente para interpretar a la profesora McGonagall. «Cualquiera que haya compartido escenario con Maggie puede dar fe de su inteligencia, su ingenio y su inmenso talento», dijo su colega Hugh Bonneville, quien interpretó a su hijo en Downton Abbey, en una emotiva declaración a la BBC.