Luis Miguel inició su esperada serie de conciertos en la Ciudad de México, presentándose ante miles de fanáticos en la Arena Ciudad de México. En un espectáculo cargado de nostalgia, «El Sol» interpretó algunos de sus más grandes éxitos, desde baladas románticas hasta vibrantes temas rancheros acompañado por un mariachi. Con su característica elegancia, conectó profundamente con el público, demostrando que su popularidad sigue intacta a lo largo de generaciones. Los asistentes, desde jóvenes hasta aquellos que lo han seguido durante décadas, disfrutaron de una noche inolvidable llena de emociones.
El concierto estuvo dividido en varias etapas, recorriendo tanto sus primeros éxitos de los años ochenta como los temas que lo consagraron en los noventa y dos mil. Su voz, aclamada por su inigualable calidad, fue el eje central del espectáculo, respaldada por una orquesta que le dio el toque de lujo a la presentación. Uno de los momentos más emotivos fue cuando el cantante dedicó parte del show a la música tradicional mexicana, interpretando con el mariachi canciones como “La Bikina”, logrando un aplauso unánime del público.
Los seguidores de Luis Miguel se mostraron encantados de verlo nuevamente sobre el escenario, muchos de ellos coreando sus canciones con fervor. Además, los clubes de fans, que lo han seguido durante años, demostraron su apoyo incondicional en una noche que será recordada como el regreso triunfal de uno de los artistas más emblemáticos de la música latina.