Nicolás Larcamón fue presentado como nuevo director técnico de Cruz Azul y no tardó en dejar clara su visión: llega para quedarse y hacer historia. En su primer mensaje como estratega celeste, el argentino subrayó que no ve este reto como un simple paso en su carrera, sino como un destino importante, donde quiere consolidarse, construir un legado y ganarse el corazón de la afición.
“Siento Cruz Azul como un lugar de llegada, no de paso”, expresó con firmeza. Su mensaje fue directo y con tintes de compromiso a largo plazo. El nuevo timonel aseguró que su intención es permanecer varios años, formar un equipo competitivo y dejar una huella tanto en lo deportivo como en lo institucional.
Larcamón destacó que su visión va más allá de los resultados inmediatos. Para él, es fundamental generar un proceso sólido, con una identidad clara, cercana a la gente y con un fútbol que emocione. En ese sentido, subrayó que defenderá su posición con trabajo, disciplina y lealtad hacia el club.
El estratega argentino, conocido por su estilo ofensivo, presión alta y trabajo con jóvenes, aseguró que llega en un momento de madurez profesional. Su paso por equipos anteriores le dio experiencia y ahora se siente preparado para liderar un club de la magnitud de Cruz Azul.
Consciente de la exigencia que implica dirigir a un equipo grande, Larcamón mencionó que se siente motivado por la oportunidad de ser parte de proyectos ambiciosos, como el centenario del club o incluso la construcción de un estadio propio. Señaló que no está pensando en otras ofertas ni en futuros lejanos; su mente y corazón están puestos totalmente en La Máquina.
Además, se le otorgará un rol activo en la toma de decisiones relacionadas con el plantel, desde fichajes hasta posibles bajas, con la mira puesta en un equipo competitivo para enfrentar Liga MX, Leagues Cup y la Copa Intercontinental 2025.
La directiva confía en su filosofía de juego alegre, con presión alta y enfoque ofensivo, un estilo que esperan devuelva la ilusión a los aficionados celestes. Nicolás Larcamón no solo quiere dirigir al equipo: quiere ser parte de su historia.
