Roma., 8 de septiembre del 2025. –
El pasado 7 de septiembre, en una ceremonia histórica en la Plaza de San Pedro, el papa León XIV proclamó santo a Carlo Acutis, convirtiéndose en el primer representante de la generación millennial en lograrlo.
Acutis fue un adolescente excepcional: nació en Londres en 1991, creció en Milán y falleció a los 15 años, víctima de leucemia. Destacó no solo por su devoción religiosa, sino por integrar esa fe con la tecnología, creando un sitio web para documentar milagros eucarísticos. Su vida equilibró el uso consciente de pantallas con la oración y una fuerte vocación caritativa.
El reconocimiento de su santidad no fue improvisado: la Iglesia atribuyó dos milagros a su intercesión —la sanación de un niño brasileño y la recuperación de una joven costarricense tras un grave accidente—, lo cual aceleró su proceso tras haber sido beatificado por el papa Francisco en 2020.
La canonización estuvo acompañada también de la elevación al altar de Pier Giorgio Frassati, otro joven italiano admirado por su compromiso con los necesitados. El evento congregó a decenas de miles de fieles, muchos de ellos jóvenes, que vieron en Acutis un modelo de santidad contemporánea: cercana, digital y accesible.
Su tumba en Asís se ha convertido en sitio de peregrinación para quienes buscan un vínculo entre fe y vida contemporánea. Con esto, la Iglesia ha marcado un hito: afirmar que la santidad puede nacer también en el mundo digital y en una generación que supo hablar el lenguaje de las nuevas tecnologías.