“La defensa es un acto del deber,
la agresión es un acto de locura.”
Lic. Francisco Sunderland Álvarez
Hace algunos años, en un campus universitario, se dio una tertulia con otros abogados y señalábamos la necesidad de que las personas que llegaran a ocupar una responsabilidad dentro del Ministerio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, habrían de ser designadas en función de capacidad, habilidad y honestidad y de ahí que se siguiera esa pauta hasta llegar a los Secretarios de Juzgado.
Todos coincidimos en que de esas tres cualidades la más discutible era la honestidad pero, en lo que se refiere a las dos primeras, saltan a la vista, son las más viables para comprobarse.
En efecto, si las designaciones derivaran de los claustros universitarios; de las Barras, Colegios y Foros de abogados; así como de la práctica profesional, de donde se ha de reconocer la capacidad de quienes litigan, habría mayor certeza en confiar en la impartición de justicia respecto de aquellas personas que sean designados por su filiación política.
¿¡Elecciones de personas para ser impartidoras de justicia!? ¡Vaya aberración! ¡¿Qué para poder postularse para una candidatura de esas se requerían cartas de recomendación de vecinos!? ¿¡Qué ya están las listas nominales de los candidatos!? ¡Cómo para qué ese despilfarro económico si, como dijo la hoy titular del Poder Ejecutivo Federal: “la elección sólo es cosa de trámite”!
A ver si el atole no se les hace engrudo y, entonces, ¿qué le van a dar al pueblo cuando no sea atendido de manera expedita, fundamentada y reciba una justicia aceptable?
Creo que sería muy beneficioso para la población toda, que quienes analicen sus demandas sean personas competentes y no solo pariente o simpatizantes de morena. Actualmente hay una persona que se desempeña como Ministro de la SCJN y su tesis de licenciatura fue un fraude y si la UNAM no siguió avante conforme a lo que a sus estatutos y normativa corresponde, fue, y no lo dudo, con un par de amenazas: una de reducir marcadamente su presupuesto y, por ende a las personas con espíritu “ambicionista” pagando más que una cantidad mínima, una cantidad simbólica y, otra, que habiendo sido durante 14 años porro fósil en la UNAM, amenazara con generar un paro y huelga estudiantil, a lo que la UNAM quitó el pie del acelerador.
Otra persona que también se desempeña como Ministro de la SCJN que no tiene idea de lo que es la “O” por lo redondo y, la tercera, que la lleva de “muertito”.
Ante este panorama tan desalentador y desolador, considero que sería, ante la burla que hacen del pueblo de que “él” va a escoger a los juzgadores, lo que sería altamente beneficioso si en lugar de la indebida campaña que pretenden hacer los futuros peleles de morena, hagan su campaña ante las Facultades de Derecho, Barras, Colegios y Foros de Abogados y, en cuanto a los postulantes que quieran participar, que se agremien a la Barra o Colegio de su localidad o Estado.
Esto sería digno y profesional. Pero es obvio que esperan que les caiga el dedo del tlatoani para que queden o lleguen a donde pretenden porque, si lo hacen como propongo, – que no lo harán – porque si lo hicieran, lo que les podría caer es la Espada de Damocles.
Y ya para cerrar, una observación del Lic. Ángel Ossorio: “La toga, no es por sí sola ninguna calidad, y cuando no hay calidades debajo de ella, se reduce a un disfraz irrisorio”.
¡Qué silla tan grande va a dejar la Lic. Norma Lucía Piña Hernández, si es que no la ratifican! (y quede constancia que dejé de ejercer la profesión hace ya algunos años).
Universalmente les deseo, hoy y siempre, Salud, para que logremos nuestros objetivos en la vida. Fuerza, para que no nos desalentemos ante las adversidades y, Unión, para que no seamos divididos en nuestras convicciones. Prohibida su reproducción parcial o total. La copia o distribución no autorizada de este artículo por el autor y, en su caso, su correspondiente imagen, infringe los derechos de autor. fsacomentarios@gmail.com