Julio Urías, destacado lanzador mexicano, culmina su suspensión disciplinaria este miércoles tras más de 22 meses fuera de la acción en Grandes Ligas. La sanción, impuesta tras su arresto en septiembre de 2023 y derivada de haber violado la política de violencia doméstica y agresión sexual, lo convirtió en el primer jugador sancionado por segunda ocasión bajo la normativa de la MLB. Desde la pausa del Juego de Estrellas 2025, Urías será oficialmente habilitado para firmar con cualquier organización de la liga.
Su agente, Scott Boras, asegura que Urías está decidido a retomar su carrera, entrenando con disciplina para regresar a la élite del béisbol. Diversos equipos ya han mostrado interés, aunque aún no se confirma si alguno formalizará un contrato ni cuándo podría ver acción en esta misma temporada.
En su trayectoria, Urías acumuló momentos destacados: líder de efectividad de la Liga Nacional en 2022 con 2.16 ERA, ganador del Juego Final de la Serie Mundial 2020 con los Dodgers, y firme contendiente al premio Cy Young en campañas previas. Con apenas 28 años y una efectividad vital de por vida de 3.11, continúa siendo una pieza atractiva para equipos que buscan fortalecer su rotación.
No obstante, persisten dudas: su ausencia prolongada plantea interrogantes sobre su condición física, y su historial disciplinario añade un factor reputacional que cualquier franquicia deberá evaluar cuidadosamente. El tiempo en libertad condicional —incluyendo trabajo comunitario y consejería— también podría limitar su participación en ligas fuera de la MLB, así como en torneos internacionales como el Clásico Mundial de Béisbol.
El 17 de julio de 2025 representa una fecha clave: el día en que Urías sale de la lista restringida y queda libre de negociar. Ahora todo está en manos de los equipos, que decidirán si están dispuestos a darle una segunda oportunidad, equilibrando su talento indudable con el costo de su pasado.
