El festejo de Julián Quiñones, que fue captado después de que marcó el primer gol del partido entre América y León en el Coloso de Santa Úrsula con un penalti a lo panenka. Trajo sus consecuencias, aunque sólo fueron de manera económica y no se perderá ningún partido.
La Comisión Disciplinaria actuó de oficio y sancionó al naturalizado mexicano de las Águilas por dirigirse de manera irrespetuosa al público presente en el inmueble. Debido a que transgredió el artículo 43 del Reglamento de Sanciones de la Federación Mexicana de Futbol al agarrarse los genitales en plena celebración.