Irapuato, Gto., 04 de agosto del 2025. –
El reciente hallazgo de una fosa clandestina en la comunidad de La Calera, en Irapuato, ha desatado una ola de indignación, dolor y exigencias tanto de colectivos de búsqueda como de instituciones religiosas. A más de una semana del descubrimiento, persiste el silencio oficial por parte de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Guanajuato, lo que ha generado severas críticas por parte de familiares de personas desaparecidas.
El colectivo Hasta Encontrarte denunció la falta de información, transparencia y participación en el proceso de exhumación, así como el incumplimiento de compromisos previos por parte de la FGE. A través de un pronunciamiento público, recordaron que años atrás se les prometió que podrían participar como observadoras en este tipo de hallazgos. Hoy, reclaman que la Fiscalía sigue actuando a espaldas de las familias.
“Se habla extraoficialmente de entre 20 y 60 personas sin vida en la fosa de Calera. No podemos permitir que esos cuerpos permanezcan en el anonimato ni que se perpetúe el silencio institucional”, señalaron las integrantes del colectivo, quienes exigieron una galería fotográfica que permita identificar a las víctimas y terminar con la incertidumbre que arrastran muchas familias desde hace años.
“Cuando nosotras mismas encontramos restos humanos en nuestras búsquedas independientes, informamos en tiempo real. ¿Por qué, entonces, la Fiscalía se niega a cumplir con el mínimo de transparencia?”, cuestionaron.
A este llamado se sumó la Diócesis de Irapuato, que expresó su “profunda preocupación y tristeza” ante lo que calificaron como un hecho que “clama al cielo por justicia, verdad y paz”.
“No podemos acostumbrarnos al horror ni callar ante el sufrimiento de los inocentes. Este hecho nos confronta con el rostro herido de Cristo en quienes han sido desaparecidos”, indicó la Comisión Diocesana de Pastoral de la Comunicación en un mensaje oficial, citando el Evangelio para convocar a la comunidad a no ceder al miedo ni a la indiferencia.
La Iglesia hizo un llamado a las autoridades a realizar investigaciones serias y transparentes, así como a la sociedad en general a reconstruir el tejido social desde la esperanza y la solidaridad. “Toda vida humana es sagrada, la violencia nunca se debe justificar y la justicia, el perdón y la verdad son caminos hacia la reconciliación”, subrayaron.
Tanto el colectivo como la Diócesis coincidieron en un mensaje claro: no se puede seguir ignorando la magnitud de la crisis de desapariciones en Guanajuato. La exigencia es unánime: verdad, justicia y participación.