Salamanca.-
Otra vez, las plumas de “seguridad” en los cruces del tren se quedaron activadas, obligando a conductores a sortearlas sin saber si el convoy se aproximaba o no.
En al menos cinco ocasiones recientes, las plumas instaladas en distintos puntos del ferrocarril han fallado: tras el paso del tren, permanecen abajo, provocando largas filas de automóviles y obligando a los conductores a maniobrar por su cuenta para continuar su trayecto.
La más reciente falla ocurrió la noche del miércoles, alrededor de las 6:50 de la tarde, sin que autoridades de vialidad ni personal de Ferromex acudieran a auxiliar a los automovilistas.
Las plumas, diseñadas para impedir el paso de vehículos mientras el tren cruza, buscan evitar accidentes en los cruceros viales; sin embargo, cuando se atoran, se convierten en un riesgo para quienes deben decidir entre esperar indefinidamente o avanzar por su cuenta.
El problema persiste desde hace meses sin que se ofrezca una solución definitiva, mientras los conductores, motociclistas, ciclistas y peatones siguen enfrentando el peligro de cruzar sin certeza de si el ferrocarril se aproxima o no.