El gobierno de Estados Unidos, a través del Secretario de Estado Marco Rubio, ha anunciado la implementación de restricciones de visas dirigidas a funcionarios extranjeros que faciliten la inmigración ilegal hacia el país.
Esta medida se centra en autoridades de inmigración, aduanas, aeropuertos y puertos que, según el Departamento de Estado, “conscientemente facilitan el tránsito de extranjeros” que buscan ingresar ilegalmente a Estados Unidos a través de la frontera suroeste.
Esta política forma parte de los esfuerzos continuos de la administración para reforzar la seguridad fronteriza y combatir la inmigración ilegal.
La medida se suma a otras acciones recientes, como la implementación de un registro obligatorio para inmigrantes en situación irregular y la prohibición de vuelos domésticos para migrantes indocumentados que no estén en proceso de autodeportación.
El Secretario Rubio enfatizó que Estados Unidos no tolerará acciones de funcionarios extranjeros que contribuyan al flujo de inmigrantes ilegales y que estas restricciones de visas son una respuesta directa a tales actividades. La administración continuará evaluando y ajustando sus políticas migratorias para garantizar la seguridad y el cumplimiento de las leyes en la frontera.
