La temporada de Checo Pérez empezó bien, a la altura del monoplaza con el que está dominando Red Bull esta temporada. El mexicano consiguió dos victorias en las cuatro primeras carreras. Con el resto de equipos lejos del nivel de la escudería, parecía que el mundial podría decidirse con una lucha interna entre compañeros de equipo. Sin embrago, en Mónaco, el piloto empezó a dar pasos hacia atrás.
Montecarlo supuso tan solo el inicio de una serie de errores que ha ido acumulando desde entonces. Allí, el de Red Bull no sumó puntos y aunque en las dos siguientes citas si estuvo entre los diez primeros, sus actuaciones fueron bastante mejorables. La situación le deja a sólo nueve puntos de margen con Fernando Alonso, quien asegura que podrá arrebatarle pronto la segunda plaza del mundial.
Los rumores sobre su futuro empezaron a aparecer, pero Red Bull mantuvo la calma y aseguró que confiaban en que el piloto pudiese darle la vuelta a la situación. Con todo, parece que empiezan a estar realmente preocupados con lo que puede suponer para el propio equipo los continuos desaciertos del mexicano. «En Austria, tiene que volver a organizar su clasificación, no puede cometer ningún error», señala el asesor de Red Bull, Helmut Marko.
Checo Pérez lleva tres fines de semana sin conseguir entrar en Q3, por lo que el GP de Austria, con formato al sprint, toma gran importancia en su temporada. La clasificación para el domingo será el viernes, lo que obliga al piloto a rendir a su máximo nivel desde el primer día del fin de semana si quiere conseguir una buena posición en la parrilla.




