“Es más fácil hacer leyes que gobernar”
(León Tolstoi en “La Guerra y la Paz”))
Lic. Francisco Sunderland Álvarez
Existe una tendencia por la ingenua creencia de que hay un determinismo constitucional en el sentido de que con el nuevo texto, todos los problemas desaparecerán. No cabe duda que es un optimismo con el que se quiere hacer creer que el nuevo texto constitucional es una panacea suprema sabiendo, de antemano, quienes piensan y conocen algo de derecho, que no es otra cosa que un gran mito.
Se difunde, falsamente, que con la forzada promulgación del nuevo texto, y que no por nuevo es perfecto pues, esperan que la población crea que con esta promulgación se aceptará el mito de que de este amañado texto, dependerá la felicidad del pueblo.
Se dice que esta nueva Ley Suprema es un santo código en el que ha de creer cada ciudadano, pues ella ha de liberarlo de todo mal.
Entre otros señalamientos, se dice, rigurosamente que, el problema de las constituciones, la anterior y ésta, está el de añadirle el milagro de su cumplimiento. Pero es importante que se sepa que para que se resuelvan problemas, es imprescindible su cumplimiento; es decir, no es suficiente la promulgación del nuevo texto constitucional para lograr la felicidad. Hay que distinguir la ley, de su cumplimiento; la norma, de la conducta.
Entre tanto se oiga más la voz de la conveniencia particular o de grupo, de pandilla, de beneficiados y en tanto que al abandono, a la indolencia, a la poltronería no se actúe y se realice una incansable laboriosidad; en tanto que la responsabilidad de la ley no se haga efectiva en quien por desgracia falte a su deber; en tanto que en perjuicio de la justicia se hagancontemplaciones, condescendencias y debilidades, por mas que se publiquen, se hagan saber y se decrete su cumplimiento y mientras todo esto no se verifique, se ejecute y se pongan manos a la obra, las esperanzas son vanas y, el supuesto gozo se vuelva ilusorio.
La lealtad a la Constitución no está sujeta a duda alguna pero, no menos es cierto que ella debe estar elaborada para el bien común, para el bienestar de todos y no solo de los dirigentes y paleros que la conformaron y votaron.
Lo que deba corregirse, que se corrija, aunque sea con discreción para que no se haga de alarde público la arrogante ignorancia con que se formuló y se publicó, pero urge que se corrija; que se le cambien, se le quiten los puntos, las comas o párrafos necesarios; para que sea una constitución que alegre a toda la población y no que solo sirva para quienes se agandallaron del poder para cubrir los desmanes de quienes tengan la responsabilidad del ejercicio de la función pública.
De no hacerse así, porque se imaginan o creen ilusoriamente que son infalibles, se van a revivir aquellas palabras que se le enviaron anónimamente bajo la identidad de “Los Indios de Tontonapeque” (Tontonapec, Villa de Morelos, Oaxaca, México), al periódico “El Pensador Mexicano”, fundado en 1812 y en las que se decía que: “…después de que el Sr. Cura les manifestó (a los indígenas) las consecuencias del principio de igualdad (que produjo gran contento entre ellos), añadieron que a pesar de la famosa libertad preceptuada por la Constitución, pagaban los derechos parroquiales que se le antojaban al señor cura y que antes de la “Costitoción”, por un bautizo pagaban 5 reales¸ que ahora es por 8 pesos; que antes enterraban a sus difuntos por 3 pesos y que ahora quieren 6 o “cómete a tu muerto”.
Los indígenas concluían que: “Más mejor estábamos antes, y no “agora” con el maldita“Costitoción”, que sos mercedes llaman el código a gusto, el código divino y quien sabe qué más.”, agregando: “Con razón “mochísimos” no “queren” el “Costitoción”, y esto que son ricos, “pos” nosotros los “probes” indios ¿cómo los estaremos con esta “maldá”?
Pero ¡cuidado grillos y administradores públicos de hoy día! No se olviden que, en cualquier momento, los oprimidos, sus mascotas, abrirán sus ojos, se darán cuenta de las grandes y pequeñas mentiras, calumnias, y sacudirán de un solo golpe, las pesadas cadenas, que hoy por hoy, los abruman todos los días en que los sobre-trabajan.
Universalmente les deseo, hoy y siempre, Salud, para que logremos nuestros objetivos en la vida. Fuerza, para que no nos desalentemos ante las adversidades y, Unión, para que no seamos divididos en nuestras convicciones. Prohibida su por el autor y, en su caso, su correspondiente imagen, infringe los derechos de autor. fsacomentarios@gmail.com