Texto y Fotos: Juan Luna “El Espontáneo”
Con un lleno y ambiente festivo se dio la tradicional corrida de la Revolución en Irapuato Gto. festejándose también los 85 años de inaugurada la plaza y 88 de nacida. El cartelazo lo conformaron el torero irapuatense Diego Silveti, la primera figura del toreo mundial Andrés Roca Rey y “El Huracán Michoacano” Issac Fonseca, quienes lidiaron hermoso encierro de San Miguel de Mimiahuapam, el cual resultó flojo en general pero todos los toros se dejaron meter mano. Diego Silveti le hiso fiesta a sus toros y cortó1 oreja. El torero peruano Roca Rey mostró en sus 2 toros el sitió de primera figura y tras bordar igual número de faenas enloqueciendo al público perdió al menos 3 orejas con la espada. Issac Fonseca fue el triunfador cortando 3 orejas y saliendo a hombros puerta grande convirtiéndose en el nuevo ídolo de Irapuato.
El magno evento para festejar los 115 años de la revolución mexicana y los 85 de inaugurada la plaza con el mimo nombre alusivo a la gesta de 1910, comenzó con un mosaico de bailes folkloricos de adelitas y revolucionarios, rubricados con el grito al unísono de fuera morena fuera morena al desplegare una bandera gigante en los tendidos de sol.
DIEGO SILVETI SIGUE SIENDO EL ÍDOLO EN SU TIERRA
Ya en la parte taurina abrió la tarde el torero de a tierra Diego Silveti al que la gente sacó al tercio antes para tributarle una cerrada ovación cariñosa. Con su primer astado Silveti calentó el ambiente al torear variadamente con el capote y luego ya con la muleta brindó a todos los asistentes y fue bordando una faena meritoria dado que el toro , aunque se dejaba meter mano, embestía con la cara alta y de vez en cuando descompuesto, fue un faena corta y no tan pulcra, pero Diego dejó ver que ante su público venía por el triunfo, así se fue tras la espada y dejó una entera para que le concedieran la primera oreja. Con su segundo, un mejor toro, Silveti volvió a calar hondo entre su gente y desde el capote lo toreó con más suavidad y variedad de lances, todo lo cual le corearon fuerte, luego con la muleta se plantó en los medios y más quieto que un poste le pegó hasta 3 cambiados por la espalda ante el delirio del público, se dio entonces Diego a torear erguido por la derecha y la izquierda en varias tandas, remates, adornos, circulares por la espalda y el clásico final de faena con la muleta por detrás, una especie de saltilleras y con el grito de TORERO, TORERO, quiso amarrar el triunfo con una estocada recibiendo, pero 2 veces la pinchó y el gozo se fue al pozo. Ovación al toro en el arrastre.
ROCA REY ESTA HECHO UN FIGURÓN DEL TOREO, AUNQUE AQUÍ PINCHÓ
Por su parte el diestro peruano Andrés Roca Rey, se presentó en esta plaza y en sus 2 toros dejó constancia del figurón que es, a su primero, el de menos volumen, le bordó un faenón desde el capote, con pases sueves y cadenciosos, mostrando el sitio que tiene en los ruedos, un pase de rodillas similar al de Morante, pero sin echarse el percal al hombro, verónicas, chicuelinas, tafalleras y remate a una mano de pintura, puso al toro en el caballo con chicuelinas andantes. Ya con la muleta brindó al público y se dio a torear como si estuviera en la sala de su casa, parsimonioso, elegante y poderoso, tandas por derechazos y naturales largos, en redondo, cambiados por la espalda, afarolados, remates, adornos y la locura en los tendidos con el grito de TORERO, TORERO, una y otra vez los largos derechazos y naturales le coreaban fuerte con los olés, pero cuando ya la gente sacaba los pañuelos para pedir las orejas y tal vez hasta el rabo, vino la desconcentración porque un sector pedía el indulto inmerecido, Andrés se perfiló 2 veces y el griterío no lo dejó, se dividió la plaza y vinieron los pinchazos y el desconsuelo, aún así lo sacaron al tercio para ovacionarlo, lo mismo que al toro en el arrastre. Con su segundo, un toro débil de remos, Roca Rey quiso triunfar pero las constantes caídas del astado deslucieron la faena, pues aunque metía la cabeza y tenía recorrido, lo hacía soso y sin transmisión, faena corta pero dejando claro el poderío del torero que antes sometió al burel para correrle la mano, con la espada volvió a pinchar y todo quedó en palmas.
“EL HURACÁN DE MORELIA” SE HIZO NUEVO ÍDOLO DE IRAPUATO
El torero moreliano Issac Fonseca, regresó a esta plaza para confirmar que es un torero todo entrega, y que es el nuevo ídolo de la afición fresera, por ello con su primero que tenía sentido y en cada pase le buscaba las espinillas, él no se amedrentó y le fue haciendo una faena riñonuda, pero torera desde el capote, pero con la muleta se plantó en los medios de rodillas y le pegó 2 cambiados por la espalda con mucha exposición, ya de pie pudo ligar tandas por la derecha y por la izquierda, no tan limpia porque el astado apenas pasaba y se revolvía buscando una presa, el peligro estuvo latente en toda la faena y por eso cuando Fonseca metió un espadazo caído, lo premió la gente con 1 oreja. Con su segundo Isaac armó la escandalera desde que recibió al toro con 2 largas de rodillas y verónica, con la muleta y aprovechando que este toro tenía más claridad y recorrido, comenzó de rodillas y ya erguido tandas de derechazos y naturales largos y en redondo con su sello personal, la gente le coreaba fuerte cada lance y entonces vinieron los cuetes festejando un gol del equipo Irapuato, que jugó la liguilla a unos metros y toda la plaza hizo la ola, la algarabía a todo lo que dá y con esa euforia los olés no paraban, mientras el diestro michoacano también se dio gusto toreando de verdad, por ello cuando volvió a dejar un espadazo se escuchó el grito de TORERO, TORERO y exigieron las orejas para premiarlo y sacarlo en hombros por la puerta grande.




























