El Congreso del Estado de Guanajuato aprobó este jueves reformas que permiten el matrimonio entre personas del mismo sexo y prohíben las llamadas terapias de conversión, mientras que, en contraste, volvió a rechazar la despenalización del aborto voluntario, una discusión que se ha presentado reiteradamente en el pleno durante los últimos años.
Con mayoría simple, las y los legisladores avalaron modificar el Código Civil para establecer que el matrimonio es la unión libre de “dos personas”, eliminando la redacción que lo definía exclusivamente entre “marido y mujer”. Con ello, Guanajuato se suma a las entidades donde los matrimonios igualitarios tienen pleno reconocimiento legal sin necesidad de amparos.
En la misma sesión, el Congreso aprobó sanciones penales contra quienes apliquen o promuevan las llamadas terapias de conversión (ECOSIG), prácticas dirigidas a modificar la orientación sexual o identidad de género de una persona y que han sido señaladas como violatorias de los derechos humanos. Las penas aprobadas contemplan prisión y multas.
En contraste, la propuesta para despenalizar el aborto hasta las 12 semanas de gestación no obtuvo los votos necesarios. Por una diferencia de dos sufragios, el pleno negó avanzar en la modificación al Código Penal, manteniendo la interrupción del embarazo como un delito, salvo en casos ya previstos como violación o riesgo para la salud de la mujer.
Organizaciones feministas lamentaron la decisión del Legislativo y señalaron que persiste un rezago respecto a los criterios establecidos por la Suprema Corte, que en 2021 declaró inconstitucional criminalizar a mujeres que interrumpen su embarazo. En cambio, colectivos de la diversidad sexual celebraron lo que calificaron como una “victoria histórica” en materia de igualdad.
La sesión reflejó tensiones entre bancadas, pues aunque hubo votos cruzados en los temas relacionados con los derechos de la comunidad LGBTQ+, la mayoría conservadora se mantuvo firme para frenar cualquier avance en materia de derechos reproductivos.




