25.4 C
Irapuato
sábado, septiembre 7, 2024
spot_img

COMÚN DENOMINADOR

Tengo a la igualdad por antihumana, irracional y absurda, y a la desigualdad, por derecho natural.

(Cánovas del Castillo en el discurso pronunciado en el Ateneo de Madrid el 25 de noviembre de 1871.)


Lic. Francisco Sunderland Álvarez

Ante una mayoría abrumadoramente priísta, ups, perdón, morenista, es inevitable que llegue a la mente lo consignado en la obra “El Gran Oriente” (Cap. XVI) del afamado escritor español, Benito Pérez Galdós, que expresa una frase estupenda: “Los mismos perros con distintos collares”., que alude al gabinete que se instituyó en España el 4 de marzo de 1821, consecuencia de la famosa {coletilla} que Fernando VII añadió al discurso de la Corona, en el cual se quejaba de los insultos que diariamente recibía, y acusaba con este motivo a los ministros y demás autoridades de Madrid. Como aquel gabinete ~ representabalas mismas ideas, la propia indecisión, idéntica dependencia de manejos secretos; representaba también la debilidad frente a los alborotadores, las pedradas al coche del Rey, la tolerancia de las grandes conspiraciones y la persecución sañuda de las pequeñas, que nada tiene de particular que diese lugar a esa frase, ~ [la que, por cierto es de autor desconocido].

Pues bien, de alguna manera, parece que en México y en varios Estados de la República e innumerables Municipios de diversos Estados, hay una cofradía silenciosa que actúa de manera escandalosamente secreta, en donde quienes encabezan esas representaciones populares, en contubernio con sus asambleas o Ayuntamientos, de alguna manera justifican gastos innecesarios que son aprobados mayoritaria o calificadamente pero que la sociedad solo recibe polvos de esos lodazales.

Por ejemplo, se encarpeta una calle de 30 metros, pero se le hace una difusión como si hubiera sido de 300 ó 3000 y, de igual manera, los números que van a ser auditados, de alguna manera genial los contadores los cuadran con lo que se quiere que cuadren.

Y cuando se trata de una arteria principal llena de baches que ocasionan trágicos accidentes en época de lluvias (motociclistas que caen en ellos lastimando sus personas y/o sus motos; los vehículos rompiendo sus llantas y/o rines, muelles, suspensiones y todos estos casos, provocando una enorme pérdida de tiempo, dinero y desgaste físico y emocional y eso sin contar que pueda darse el caso de comparecer ante un M.P.) y no la reparan hasta que sea intransitable, encontrando diversas justificaciones para no hacerlo o no haberlo hecho, por demás irrelevantes (falta de material, carencia de mano de obra, que si porque llueve, que si porque hace mucho calor y se reblandece el asfalto, que si la maquinaria está descompuesta o la están utilizando en otra obra rural o urbana… en fin una desgracia de administraciones).

Como dijo el Papa Francisco: “el corrupto vive en la apariencia y disimula con sus buenos modales y su enmascarada buena educación, participando en lo que denomina “la cosmetología social” e incluso busca compinches (no colaboradores) para tejer su trama en la que la corrupción se consolida y sienta doctrina.

Al estar coludidas las personas en corrupción, se pueden justificar y al mismo tiempo considerarse limpios y puros mientras disimulan mimetizando [hacer algo según el estilo de otro], entre la masa. Pero no debemos olvidar que toda esa hipocresía oculta su verdadera naturaleza cainita.” [cainita, que se refiere a Caín] (Bergoglio 2013; 42-43)

Ahora, hay una parte de la seguridad que creo que no la han considerado con la seriedad debida: el de la seguridad de garantizar el derecho a la salud.

Miren ustedes, apreciables lectores, no me voy a referir a servicios médicos como los de Dinamarca ni, mucho menos, como los del IMSS, sino que veamos que cuando se habla de la seguridad, muchas personas lo relacionan con asaltos, homicidios, accidentes viales, CO, etc., pero considero que la seguridad también debe ser de manera primordial, sobre la salud, imponiendouna vialidad y transportes seguros.

Los permisionarios de las líneas de autobuses, hacen esfuerzos relativos por mantener las unidades en buen estado pero, los vándalos y muchos estudiantes se sienten muy valientes al arruinar las áreas comunes: pintarrajean por fuera las unidades, los respaldos, marcan con navajas los asientos de plástico, gritan sin consideración a los demás usuarios, etc.

No hay que olvidar a los operarios de las unidades que tienen la tensión por cobrar el pasaje, dar cambio, soportar todo ese griterío, cuidar de no atropellar a alguna persona, golpear algún vehículo, aunado a posibles problemas familiares que pueda tener con la esposa o algún hijo enfermos, el tipo de enfermedad que puedan padecer, etc.

Ahora, como peatón, usuario de transporte público o particular, los riesgos de inseguridad física con motivo de algún accidente, asalto o robo, los ensordecedores ruidos de los escapes de vehículos, en especial motocicletas, camiones de carga, las emanaciones de gases contaminantes de vehículos mal afinados o que dieron alguna gratificación para que les aprobaran la revisión respectiva, ocasionan problemas respiratorios, auditivos, de tensión nerviosa, etc., y que pueden ser sujetos de infracción, presentación ante el juez, el MP, retención del vehículo, etc.

Y como ninguna de las sanciones, preventivas o correctivas, se aplica, la problemática sigue de mal en peor pero, si el común denominador es como aquel juego de “lo que hace la mano, lo hace el de atrás”, es explicable que si a nivel federal vaya creciendo la corrupción como la verdolaga, a nivel municipal su crecimiento es como la hiedra.

Tengan ustedes presente que es muy viable que, en caso de cualquiera de esas desgracias, se puede y se debiera demandar a la entidad Municipal para que resarza los gastos que tales contratiempos hayan ocasionado. Si van a decir que es muy tardado, les voy a preguntar: ¿les corre prisa?

Hoy por hoy, este tipo de igualdad en materia de corrupción es vergonzosa y, como ciudadanos, al no actuar, al no levantar la voz contra quienes fueron electos para velar por los intereses generales y se detecta esa pasividad porque las autoridades no actúan con diligencia (porque les gusta ese dicho que reza: “las cosas en palacio caminan despacio”) es una forma corrupción como, en el caso de una ciudadanía indolente que se convierte, por ese solo hecho de ser indolente, en corrupta por complicidad; su silencio es la marca sobresaliente de las personas torcidas, perversas, indolentes.

Que su decisión sea la mejor.

Universalmente les deseo, hoy y siempre, Salud, para que logremos nuestros objetivos en la vida. Fuerza, para que no nos desalentemos ante las adversidades y, Unión, para que no seamos divididos en nuestras convicciones. Prohibida su reproducción parcial o total. La copia o distribución no autorizada de este artículo por el autor y, en su caso, su correspondiente imagen, infringe los derechos de autor. fsacomentarios@gmail.com

27,162FansMe gusta
61SeguidoresSeguir
294SeguidoresSeguir
3,297SeguidoresSeguir
17SuscriptoresSuscribirte

Otras Noticias