En Salamanca, ciudadanos se alarmaron al ver grandes cantidades de humo saliendo de la iglesia de San Agustín, un emblema arquitectónico del centro histórico. Sin embargo, se trataba de una termo nebulización realizada por una empresa privada, un proceso para la fumigación y conservación del inmueble.
Protección Civil no emitió un aviso previo, lo que generó preocupación entre los transeúntes, quienes pensaron que el templo estaba en llamas. La iglesia, cuyas puertas estaban cerradas, comenzó a expulsar humo blanco, lo que atrajo la atención de decenas de personas que temieron lo peor.
Dado que se trata de un sitio con alta afluencia de fieles y visitantes, muchos consideran que Protección Civil debió alertar a la población para evitar la confusión. Trabajadores de la empresa de fumigación explicaron que se estaba previniendo la proliferación de plagas, lo que puede afectar la estructura de este edificio histórico.
Algunos ciudadanos expresaron su alivio al conocer la verdad, pero otros lamentaron que las autoridades no informen oportunamente, señalando que esta falta de comunicación es recurrente en la ciudad.