La llegada del piloto mexicano Sergio “Checo” Pérez al equipo Cadillac F1 representa una oportunidad económica significativa: se espera que la venta de su merchandising genere hasta 33 millones de dólares anuales para la marca, similar al volumen que logró cuando estaba en Red Bull, según expertos en marketing deportivo.
Este impulso comercial no solo beneficiará las ventas, sino que también impulsó un crecimiento explosivo en las redes sociales del equipo Cadillac: en pocos días, su comunidad aumentó en más de 2 millones de seguidores, una muestra clara del poder mediático del piloto mexicano.
El impacto va más allá de lo inmediato. Esta alianza forma parte de una estrategia mayor para reposicionar a Cadillac como marca de lujo en el automovilismo internacional, apuntalando su presencia comercial y reforzando la identidad de General Motors en el mercado global.




