Andrés Ortiz
Irapuato, Gto., 22 de diciembre del 2025. –
El obispo de la Diócesis de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, advirtió que el principal desafío que enfrentará la sociedad en 2026 será el fortalecimiento de las familias, al considerar que atraviesan una crisis profunda que ya se refleja en la descomposición social. Señaló que cada vez hay menos matrimonios, tanto civiles como religiosos, lo que ha provocado la pérdida de fe y confianza en las instituciones y ha debilitado el tejido familiar.
Díaz Díaz expresó especial preocupación por la disminución sostenida de matrimonios, situación que, dijo, impacta directamente en toda la estructura social. A su juicio, la desintegración familiar se ha convertido en uno de los factores que agravan otros problemas sociales que hoy enfrenta la región.
Otro de los retos prioritarios, expuso, es la atención a la juventud, particularmente ante el riesgo de reclutamiento por parte de grupos criminales. El obispo subrayó la necesidad de reforzar la educación y los valores, al advertir que muchos jóvenes son contactados con facilidad por estas organizaciones. Aunque reconoció que algunos se integran de manera voluntaria, afirmó que otros son obligados, lo que convierte el tema en un desafío urgente para la sociedad.
En este contexto, enfatizó que proteger y salvar a adolescentes y jóvenes requiere de un esfuerzo conjunto, pues se trata de uno de los sectores más vulnerables ante la violencia y la delincuencia organizada en la región.
El obispo también abordó la situación vocacional dentro de la Diócesis de Irapuato, al reconocer que existe una carencia de sacerdotes para atender a la feligresía. Admitió que, aunque se trabaja de manera constante en la promoción vocacional, cada vez resulta más complicado cubrir las necesidades pastorales.
No obstante, compartió que para 2026 se tiene prevista la ordenación de siete nuevos diáconos y próximamente la de un sacerdote, lo que calificó como una bendición, aunque insuficiente para resolver el problema de fondo. Aseguró que la Diócesis continuará impulsando acciones para fomentar nuevas vocaciones.
Finalmente, Enrique Díaz Díaz reconoció que durante 2025 la Iglesia católica ha perdido adeptos debido a la proliferación de nuevas religiones, aunque destacó que también se observan señales alentadoras en la asistencia a algunos templos, lo que, dijo, mantiene viva la esperanza de una recomposición espiritual y social.




