Detroit, EE.UU.- Stellantis, fabricante de marcas como Jeep y Chrysler, anunció la suspensión temporal de 900 trabajadores en sus plantas de Estados Unidos. Esta decisión se produce tras la implementación de un arancel del 25% a los automóviles importados, impuesto por la administración del presidente Donald Trump.
Además de las suspensiones en EE.UU., Stellantis detendrá temporalmente la producción en sus plantas de Windsor, Canadá, y Toluca, México. La planta de Windsor, que produce la minivan Chrysler Pacifica, cesará operaciones por dos semanas, mientras que la planta de Toluca, donde se ensambla el Jeep Compass, detendrá su producción durante el resto de abril.
El director de operaciones de Stellantis para América, Antonio Filosa, señaló que la empresa está evaluando las implicaciones de los nuevos aranceles y tomando medidas para adaptarse a las cambiantes condiciones del mercado. Filosa enfatizó el compromiso de la compañía para mantener su competitividad y continuar ofreciendo productos de calidad a sus clientes.
Sindicatos en EE.UU. y Canadá han criticado las suspensiones, argumentando que Stellantis tiene la capacidad de mantener el empleo sin recurrir a estas medidas. Mientras tanto, las acciones de Stellantis cayeron un 7.7% en medio de temores de una escalada en la guerra comercial.
La industria automotriz enfrenta desafíos significativos debido a los nuevos aranceles, que elevan los impuestos de importación de vehículos del 2.5% al 25%. Fabricantes como Stellantis buscan estrategias para mitigar el impacto en sus operaciones y en la fuerza laboral.
