Juan Miguel Alcántara Soria
Al Consejo General del Instituto Nacional Electoral
Al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación
Quienes suscribimos este manifiesto exigimos cumplir y hacer cumplir la división de poderes, la representación proporcional que los electores dieron a cada partido en la asignación de diputados, conforme al porcentaje de votos efectivos otorgados. Evitar concentrar dos o más poderes en una sola corporación. Respetar los equilibrios, contrapesos constitucionales, y los derechos de las minorías del Congreso. Evitar doble fraude a la Constitución. Cerrar paso a una dictadura populista.
Recordemos que el Art. 49 constitucional divide el Poder político de la Federación para su ejercicio en legislativo, ejecutivo y judicial. Y ordena: “No podrán reunirse dos o más de estos poderes en una sola persona o corporación…”. La pretensión de Morena es reunir en ella y coaligados (corporación) los poderes legislativo y ejecutivo, otorgándose más diputados que el porcentaje de votos válidos recibidos del electorado. La única interpretación válida de las normas es la «interpretación conforme» al texto constitucional.
El Art. 54 dice: “La elección de los 200 diputados según el principio de representación proporcional (…) se sujetará a las siguientes bases…: I. Un partido político, para obtener el registro de sus listas, deberá acreditar que participa con candidatos a diputados por mayoría relativa en por lo menos doscientos distritos uninominales” (ninguno de los partidos coaligados acreditaron candidatos propios en ese número mínimo de distritos. Lo hicieron como coalición. Otorgarse así plurinominales es un fraude. Deben considerarse coalición)
“IV. Ningún partido político podrá contar con más de 300 diputados por ambos principios (esto es, hasta 60% de la cámara puede obtener la coalición, Y respetar derechos del otro 40%, de las minorías). “V. En ningún caso, un partido político podrá contar con un número de diputados por ambos principios que representen un porcentaje del total de la Cámara que exceda en ocho puntos a su porcentaje de votación nacional emitida…”
El Art. 54 no pueden interpretarse en sentido contrario al Art. 49, porque concentraría el poder ejecutivo y el legislativo en una sola corporación. Un presidencialismo sin contrapesos. Además, anuncian desmantelarán al poder judicial, y desaparecer otros órganos autónomos. El INE y el Tribunal Electoral no pueden terminar alineados a esa corporación. López Obrador prefigura un nuevo Maximato, controlando no solo a la presidenta electa. El regreso de la “dictadura perfecta”, o “Presidencia imperial”. Y tiene prisa, le queda solo septiembre.
La injerencia de Luisa Alcalde,