Esta tarde Mayela Laguna y Luis Enrique Guzman Pinal se presentaron a una audiencia en la que no llegaron a ningún acuerdo, luego de que el hijo de Silvia Pinal interpusiera una demanda por nulidad de paternidad, tras declarar públicamente que se realizó una prueba de ADN que presuntamente confirmaba que no era el padre biológico de Apolo, el hijo que comparte con Mayela. Ante la falta de resolución, el juez dictó una orden para que Luis Enrique se someta a una prueba de ADN.
Laguna fue captada en las inmediaciones de los juzgados de lo familiar, ubicados en la colonia Juárez, junto a su abogado, el licenciado Porfirio Ramírez, mientras se retiraban del recinto.
Mayela, visiblemente alterada, contó a «Ventaneando», y a otros medios de comunicación, que no había podido llegar a ningún acuerdo con Luis Enrique, quien se mantiene en su misma posición, mediante la que asegura que no es padre del menor, nacido en agosto del 2019.
«No conciliamos nada, yo traté de conciliar por el bien de mi hijo pero no, lo único que puedo decir es eso», dijo Laguna.
Fue a finales de junio de este año, cuando Guzmán Pinal lanzó un comunicado donde aseguraba que, tras realizarse una prueba de ADN, había descubierto que Apolo no era hijo suyo, motivo por el que buscaría la nulidad de la paternidad a través de un proceso legal.
De acuerdo con el abogado de Mayela, la audiencia, que duró más de tres horas, se dividió en dos partes; primero se llevó a cabo una audiencia preliminar, que es a través de la que se trata de llegar a un acuerdo para evitar que la demanda prosiga, pero al no alcanzar ninguna conciliación dieron paso a la segunda etapa; una audiencia de depuración, en la que el juez lleva a cabo una valoración de qué pruebas son aceptadas para que sean tomadas en cuenta durante el proceso.
Cabe destacar que el licenciado de comunicación social de los juzgados informó a la prensa que Guzmán Pinal pidió permiso para abandonar la audiencia anticipadamente, por lo que se retiró 35 minutos antes de que Laguna conversara con los medios de comunicación, haciéndolo por una puerta trasera.